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Manic Street Preachers: The Holy Bible (1994)

Desde ayer no me siento bien. Falté a trabajar, a mi clase de Inglés, no pude ver a mi compañero y todo mi día se basó en dormir, en enojarme porque cuando me encuentro débil pierdo hasta las ganas de conversar, y también sólo escuché este disco todo el día. Luego de querer escribir durante la tarde y desistir, las ganas vinieron a mí y decidí ponerme en la tarea. Y escribiré acerca de un álbum en el que sin el que los noventa no serían tal, así que apártense, si son tan amables, Damon y Liam, hoy toca hablar de Manic Street Preachers y de The Holy Bible.

Primeramente, debo resumir la historia de esta banda de manera injusta y superficial, sólo para contextualizar al público. Salieron de Blackwood, en Gales, ese pequeño lugar olvidado y extraño, incrustado en el Reino Unido. Comenzaron a llamar la atención con sus letras abiertamente políticas y su sonido de acordes al poder y melodías cantables. El título de su primer disco lo dice todo: Generation Terrorists, que data del año 1992. Fueron, entonces, la contraparte elegante (y pensante) del sucio grunge, cantando también sobre alienación y juventud extraviada, con la diferencia que estos jóvenes llevaban los pantalones bien puestos y los calzados limpios. El segundo disco, sin embargo, usa aunque sea un poco, como recurso, el sonido de Seattle en Gold Against the Soul (1993), como vestuario para que sus cada vez más contundentes letras-manifiesto salieran cómodas a escena.

Durante esa época se cuestionó mucho a los Manics acerca de si postura era real o sólo eran maniquíes que querían brindar una apariencia. La respuesta de Richey James Edwars fue escribirse 4REAL en el cuerpo, con una navaja, perdiendo chorros de sangre y casi llevándose una arteria principal. No sólo fue un gesto más que polémico, sino también el prólogo a lo que seguiría.

Desde sus dos primeros materiales podemos observar la dicotomía que se convertirá en el destino de la banda. La lucha entre las inclinaciones melódicas de James Dean Bradfield contra la rabia y el deseo de revolución y sangre de Richey. Con este tercer disco, definitivamente, cambió la historia de la música. La furia de Richey se impuso por sobre la estética de James Dean. La banda dirigió todo su odio contra el enemigo público número uno: Estados Unidos. De inmediato se vetó al grupo en ese país, despertando un repudio tan profundo que sus discos no se han editado nunca allí.

Poco tiempo antes que Richey desapareciera de la faz de la Tierra sin saber empíricamente si está muerto o viviendo con otra identidad en algún lugar, el mercado acogió sin pena ni gloria la última obra de Manic Street Preachers sin este integrante, si bien la crítica especializada los aplaudió, el índice de ventas fue un desastre. Insatisfecho con la dirección que estaba tomando la banda con Gold Against Your Soul, Richey tomó lápiz y papel y escribió las letras de la mayor parte de las canciones, mientras que la otra fracción pertenece a Nicky Wire. ¿Y qué tipo de canciones podríamos encontrar en un disco con tal portada y título? The Holy Bible, nombre pretencioso si los hay, prentendía ser La Verdad, la verdadera Biblia sobre sociedad, política y problemas personales, una decadente y oscura demostración de los últimos momentos de Richey, desde un punto de vista intelectual, nihilista y misántropo. Y es que en las letras, ejecutadas por una de las mejores voces de la historia del Rock, James Dean Bradfield, es donde reside toda la fuerza del álbum.

El disco comienza de una manera más que acertada con Yes. Con una clara denuncia a la prostitución, esta canción es una frase tras otra, apertura del álbum y una de mis favoritas:

«Y en estas calles plagadas de lástima
podés comprar lo que quieras,
por $200 cualquiera puede creerse Dios en un video.
Él es un chico, tu deseas una muchacha,
así que arrancále su pene, tírale del pelo,
cogételo y llamale Rita si deseás.”

“La única cosa segura que puede decirse sobre mí es que no hay ninguna parte de mi cuerpo que no haya sido usada.(…) Cualquiera que he amado u odiado parece siempre desaparecer.»

Seguimos con Ifwhiteamericatoldthethruthforonedayit’sworldwouldfallapart, definitivamente los 3:39 minutos que describieron mi ideología en una canción. Si nos tomamos la molestia de separar las palabras que forman parte del título, veremos que a los Manics les daba absolutamente lo mismo que los americanos no los miraran con buenos ojos.

“Sus ídolos hablan tanto del abismo, sin embargo, su moral sólo se ejecuta a una profundidad de la superficie.”
“Los conservadores dicen que no hay negro en la bandera inglesa, los demócratas que no hay suficiente blanco en las barras y en las estrellas.”
“Vete a la mierda, proyecto de ley Brady, si Dios hizo al hombre que dicen, Sam Colt lo hizo igual.”

No voy a escribir acerca de cada canción, tal vez cuando el blog se inunde con comentarios acerca de mis reseñas tendré pruebas fehacientes que la gente lee lo que escribo y sea más exhaustiva; pero en sí las letras hablan del consumismo, la estupidez de los medios (¿por qué dejar que el país más inculto sea el que dicte a dónde debe ir nuestra cultura global?), la rebelión popular, la niñez y su dolor, la anorexia (en el himno 4st. 7lb.), la Segunda Guerra Mundial (Mausoleum, The Intense Humming Of Evil), y un rasgo a destacar: ninguna canción de amor.

Uno de las mejores perlas del álbum, Die In The Summertime, con un James Dean que se atreve a cantar usando lo más parecido a entonaciones arabescas, presentando una rítmica memorable y una letra que debe transcribirse entera:

“Araño mi pierna con un clavo oxidado,
por desgracia cicatriza,
me tiño el pelo pero el teñido crece,
no puedo tener una buena idea.

Fotografías de la infancia, redimidas, claras y tan serenas,
me veo sin arruinar líneas,
días enteros arrojando palos en los arroyos.

Me he arrastrado tan lejos hacia un lado,
reconozco rastros borrosos de la creación,
quiero morir, morir en verano.

El agujero en mi vida mancha incluso el suelo,
mi corazón encoge apenas su pulso,
un pequeño animal serpentea dentro de un cuarto de círculo,
si realmente te importa lávale los pies a un vagabundo.

Me he arrastrado tan lejos hacia un lado.
Reconozco rastros borrosos de la creación.
Quiero morir, morir en verano.”

Uno de aquellos discos que me llevaría a la isla desierta, las verdaderas letras con contenido que me gustaría que escuchen mis hijos, o simplemente, los fragmentos que están grabados en mi vida: “Me pregunto quién te crees que sos, crees que eres Dios o algo, Dios da vida y la quita, tú no, creo que eres el mismo puto Diablo.”, “No escuches ni una palabra de lo que digo, sólo escucha lo que callo.”, “Bébetelas, cada lágrima es falsa. Churchill no fue diferente en nada, deseaba que los trabajadores sangrasen en una máquina. La atrocidad sistematizada es ignorada.”

01. Yes (4:59)
02. Ifwhiteamericatoldthetruthforonedayit’sworldwouldfallapart (3:39)
03. Of Walking Abortion (4:01)
04. She Is Suffering (4:43)
05. Archives of Pain (5:29)
06. Revol (3:05)
07. 4st 7lb (5:05)
08. Mausoleum (4:12)
09. Faster (3:55)
10. This Is Yesterday (3:58)
11. Die in the Summertime (3:05)
12. The Intense Humming of Evil (6:12)
13. P.C.P. (3:55)

Editado 30 de agosto de 1994
Sony / Columbia
Total: 56:24

MEGA – 320
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