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Laibach: WAT (2003)

“…Deja caer el sol en el océano, deja a la Tierra estallar en llamas, es suficiente con tener la fuerza y el conocimiento para criar a nuestras máquinas de ensueño en el cielo
Dejemos dormir a quienes no lo saben, el último día está aquí. (…) Millones de máquinas de nitroglicerina atruenan dentro de nosotros, no hay fuerza, dinero ni poder para deternos ahora y cambiar nuestro destino antes que ascendamos. Ahora todos los problemas son destruidos, levantemos nuestras manos y cuerpos a la cima dentro del universo, hacia las estrellas vamos, enviando máquinas hacia el cielo.
Máquinas estamos enviando a los cielos por encima de todos nosotros, y dejamos atrás a aquellos que no saben del último día, y salimos al amanecer. Nos guía la B-máquina, salvaje B-máquina, que nunca se detiene.”

Hace tiempo no escribo aquí, y en concepto de amenaza por el líder de este blog que, en relación a mi ausencia, me reemplazaría por Alfredo Rosso o Roberto Petinatto para que escriba las respectivas reseñas, así que aquí estoy.

Ya se ha hablado acerca de Laibach en posts anteriores de este blog, con los discos Ljubljana-Zagreb-Beograd y Opus Dei. En el día de hoy escribiré acerca de este material, cuyas siglas significan We Are Time, y en el cual decidieron dar un giro hacia un industrial más accesible, casi EBM, pero sin dejar atrás sus polémicas, políticas e inteligentes letras; acompañadas de la terrorífica voz de Milan Fras.

Contextualizándonos un poco, Laibach no nació exactamente como una banda en sí, sino como apoyo para un movimiento cultural underground llamado Neue Slowenische Kunst (NSK), y puede decirse que Laibach es la expresión musical de la doctrina política, filosófica y artística de ese movimiento. La primera época de Laibach consistía en ser más arte conceptual que música propiamente dicha. De esta manera, sus primeros materiales son una mezcla de noise electrónico con ruidos de ambientación oscura, sembrados por aquí y allá por ominosos cánticos en esloveno o alemán. Y aquí es necesario remarcar uno de los puntos más importantes de la agrupación: A pesar de toda su apariencia totalitaria, no son nazis. En realidad, todo es un gigantesco sarcasmo para demostrar que gran parte de la cultura en general tiene tintes totalitarios y racistas, o al menos presenta componentes intelectuales y emocionales con dichas características, esto es, la idea de que los seres humanos son criaturas ambiciosas y ávidas de destruir a su semejante. A grandes rasgos, lo que intentó Laibach es ser esbozo político-irónico vivo, aunque la banda nunca se ría de sí misma y nunca romperá su personaje durante una actuación, por lo que puede ser mal interpretado fácilmente, que es lo que sucede generalmente.

Regresando al disco en cuestión, las letras, con Milan Fras alternando entre el alemán y el Inglés, se centran tanto en los conceptos políticos generales que pertenecen a la cosmovisión de la banda, la recreación de un territorio devastado por una guerra mundial en vías de apocalipsis («B Mashina», cuyo fragmento escribí al comienzo de este post, y «Ende»), como también alusiones a la guerra contra el terrorismo y el sentimiento anti-estadounidense: «Ahora vas a pagar», «Los bárbaros están llegando desde el este», «Con cuchillos en sus bolsillos y bombas en sus manos, van a quemar sus ciudades, y su Disneylandia».

La realidad es que lo que para los fieles del grupo esloveno este disco pudo haber sido una traición, ya que dicho material refunde el sonido industrial con el más cercano a Kraftwerk, sin duda, máxima referencia del disco; sin embargo fue un acercamiento para quienes podían considerar a Laibach como algo inescuchable. Las voces wagnerianas también son una constante en el disco, las cuales le brindan un especial protagonismo y generan la atmósfera perfecta a la que Laibach nos tiene acostumbrados.

El single de este disco, Tanz Mit Laibach (Baila con Laibach) es digno de pertenecer a un clásico del género, y es más que recomendable que tengan conocimiento de la letra:

“Todos estamos poseídos, todos estamos condenados, todos estamos crucificados, y todos estamos quebrados.
Por una atractiva tecnología y la economía del tiempo.
Por la calidad de la vida y la filosofía de la guerra.

Con el totalitarismo y con la democracia,
nosotros bailamos con el fascismo y con la anarquía roja.

Nosotros bailamos y saltamos, brincamos y cantamos,
Caemos y ascendemos, damos, tomamos,
Amigos americanos, y camaradas alemanes, bailamos bien juntos, bailamos hacia Bagdad.”

Banda única que ha hecho historia, y les diría que más que recomendable, es necesaria.

01. B Mashina (3:50)
02. Tanz mit Laibach (4:19)
03. Du bist unser (5:38)
04. Achtung! (4:06)
05. Ende (3:45)
06. Now You Will Pay (6:07)
07. Hell: Symmetry (5:02)
08. Das Spiel ist aus (4:21)
09. Satanic Versus (4:52)
10. The Great Divide (5:11)
11. WAT (5:33)
12. Anti-Semitism (5:39)

Editado 8 de septiembre de 2003
Mute
Total: 58:15

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